
Mujeres de Fuego y Nieve
Una estudiante universitaria lucha contra el mal cuando su padre es detenido por el ICE. Una adolescente indocumentada es arrancada de su pueblo natal y lucha por sobrevivir en un lugar embrujado. Tras rescatar a su sobrino en la frontera, una joven se enfrenta a sus privilegios y al poder de la Santa Muerte. Una curandera se enfrenta a un demonio para ayudar a su nieta a sobrevivir a su marido violento. Una joven periodista chicana de Seattle viaja a MƩxico y se sumerge en el feminicidio y en una sociedad secreta.
Mujeres de fuego y nieve es una colección de historias contemporĆ”neas de mujeres que atraviesan la frontera entre MĆ©xico y Estados Unidos mientras encuentran su lugar y su voz. La identidad cultural, la violencia de gĆ©nero, la migración forzada, el sacrificio, el amor y la resiliencia dan lugar a relatos de suspenso en los que el realismo descarnado se ve atenuado por lo sobrenatural y lo mĆstico._cc781905-5cde-3194-bb3b -136bad5cf58d_
Desde los desiertos y volcanes de MĆ©xico hasta los bosques del noroeste del PacĆfico, estas trepidantes historias mezclan el comentario social con el horror clĆ”sico y psicológico.
Estas historias hacen referencia al abuso sexual, la violación, la violencia de género y la muerte, lo que puede resultar perturbador para algunos lectores.

Nati del Paso
Nati del Paso es escritora, consejera y estudiante de psicologĆa indĆgena y chamanismo. Fue criada en MĆ©xico por una madre mexicana y un padre estadounidense.
Del Paso se mudó a Reno, Nevada, en 2001, donde propuse escritura creativa y dirigió el programa de educación continua de escritura del colegio comunitario y su conferencia anual de escritores. Ahora es consejera de la Oficina de Asuntos de MinorĆas y Diversidad de la Universidad de Washington en Seattle. Del Paso entrelaza la psicologĆa y el realismo mĆ”gico en relatos de suspenso en torno a la experiencia de los inmigrantes, las mujeres, el medio ambiente, la raza y los temas de identidad cultural.
Nati del Paso vive en Snoqualmie, Washington, en la tierra indĆgena de los pueblos Coast Salish que tienen derechos reservados por tratado sobre esta tierra, concretamente la tribu india sdukŹ·albix de Snoqualmie.

Buscando respuestas espirituales en los psicodƩlicos
La semana pasada, un colega de la universidad envió un correo electrónico de despedida alegando su gran renuncia y explicando que se marchaba para ser coach psicodélico. Observé con culpa los ojos en blanco y las mofas porque yo también dejé mi puesto y me iré a vivir a México durante los próximos seis meses para seguir estudiando el uso de las setas mÔgicas en la curación de traumas._cc781905-5cde-3194-bb3b -136bad5cf58d_
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Las sustancias psicodélicas son sustancias psicoactivas no adictivas, con las que es imposible sufrir una sobredosis y que provocan estados alterados de conciencia. Utilizadas miles de años para la curación y la espiritualidad, demonizadas y prohibidas durante los años 70, actualmente se utilizan para el tratamiento de trastornos mentales.
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El New York Times anunció que nos encontramos ante un renacimiento psicodĆ©lico, una Ć©poca en la que las universidades y las empresas estĆ”n invirtiendo millones en la investigación psicodĆ©lica y desarrollando nuevas terapias y psicofĆ”rmacos. Los tratamientos experimentales para la depresión, la ansiedad extrema, las adicciones y el trastorno de estrĆ©s postraumĆ”tico dan esperanza a quienes se sienten frustrados por el estado actual de la psiquiatrĆa y sus resultados limitados. A medida que las empresas y las grandes farmacĆ©uticas descubren el valor mĆ©dico de los psicodĆ©licos, estos pierden su estigma, y se incorporan a la cultura general. Tengo curiosidad y me siento optimista sobre el futuro de la salud mental en relación con los psicodĆ©licos, pero si no se examina la raĆz del problema, me temo que no harĆ” mĆ”s que enmascarar los sĆntomas. ĀæCómo podemos sanar cuando estamos inmersos en las circunstancias sociales y personales que causan el malestar mental?
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El renacimiento de los psicodĆ©licos no sólo se da en el Ć”mbito de la salud mental, sino tambiĆ©n en el de la espiritualidad. La investigación formal comenzó en los aƱos sesenta en Harvard con la psilocibina, la sustancia psicodĆ©lica de los hongos mĆ”gicos. Sin embargo, en 1970 el gobierno estadounidense prohibió toda investigación sobre psicodĆ©licos hasta que en 2006 Roland Griffiths publicó un estudio en el que la psilocibina inducĆa experiencias mĆsticas en personas normales sanas.
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Las experiencias mĆsticas son inefables por naturaleza, lo que significa que son difĆciles de describir pues carecemos de vocabulario. AdemĆ”s, genera una sensación de profunda unidad con todos los seres, que trasciende el tiempo y el espacio, acompaƱada de Ć©xtasis y dicha, ya sea inducida por la meditación, el trance religioso o las sustancias psicodĆ©licas. Estas experiencias que cambian la vida son imposibles de desestimar como un simple estado alterado debido a una droga, porque conllevan la autoridad del ser.
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Anhelaba las experiencias mĆsticas que prometĆan las sustancias psicodĆ©licas. Desde que perdĆ mi fe católica a los veinte aƱos, luchĆ© por apoyar a quienes me rodeaban y se enfrentaron a la muerte ya la ansiedad existencial. Como las sustancias psicodĆ©licas siguen siendo ilegales segĆŗn la ley federal, no compartirĆ© mis experiencias personales. No obstante, dirĆ© que fueron tan poderosas que me cambiaron. TodavĆa no soy la persona que desearĆa ser; sigo luchando contra mis defectos, pero soy menos temerosa, controladora y rĆgida; mĆ”s flexible, conectado y en paz.
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Reconozco que la preparación, la ceremonia, la guĆa y la integración con un terapeuta contribuyeron a la experiencia y me mantuvieron a salvo. Por ello, me pregunto cuĆ”les serĆ”n los efectos a largo plazo si se convierte en una pĆldora de venta libre.
No sĆ© si las experiencias mĆsticas son reales o es sólo la reacción del cerebro a las sustancias quĆmicas, pero la paz que nos dan cuando nos enfrentamos a nuestra inevitable muerte ha ayudado a muchos moribundos ya sus seres queridos. Por ejemplo, un viaje con psilocibina, experimentĆ© mi muerte y disolución durante. A medida que me desintegraba, mis molĆ©culas se dispersaban y se volvĆan uno con todo; no tenĆa necesidades, deseos ni preocupaciones. Las palabras mĆ”s cercanas a lo que sentĆ son felicidad y Ć©xtasis. En ocasiones puedo recuperar la experiencia durante la meditación, y mi visión de la muerte ha cambiado, liberĆ”ndome del temor existencial.
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El renacimiento de las sustancias psicodĆ©licas genera mĆ”s preguntas que respuestas, y su investigación aĆŗn estĆ” en paƱales. Considero preocupante que la medicalización de los psicodĆ©licos prive a los indĆgenas ya las personas sanas del acceso a los mismos. AdemĆ”s, las sustancias psicodĆ©licas conllevan riesgos cuando se utilizan sin cuidado, incluidos los accidentes mortales.
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Los investigadores, psiquiatras, psicofarmacólogos y empresarios utilizan la ciencia para estudiar la conciencia y los efectos de las sustancias psicodĆ©licas, pero sus herramientas son insuficientes. El neurocientĆfico Manoj Doss recomienda que echemos un vistazo a las teorĆas de la mente que existen desde hace siglos. ĀæQuĆ© tal si estudiamos de los chamanes y las curanderas? QuizĆ” sea hora de que aprendamos de quienes llevan millas de aƱos usando la psicodelia para curar, en lugar de apropiarnos de todo lo valioso que descubrimos.
